Rahaf Mohammed, entre la libertad y el cálculo político

MONTREAL (Proceso).- El pasado 12 de enero Rahaf Mohammed, la saudita de 18 años que llamó la atención internacional por sus mensajes en Twitter pidiendo protección –mientras estaba atrincherada en un hotel en Bangkok–, aterrizó en Canadá.

Así daba por terminado su periplo para liberarse de las estrictas reglas de vida para las mujeres en Arabia Saudita. Chrystia Freeland, canciller canadiense, recibió a Mohammed en el aeropuerto Pearson de Toronto. La joven portaba una gorra del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y una sudadera con la palabra Canadá, el organismo que respondió a sus mensajes de auxilio y el país que aceptó cobijarla.



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí