CAMPECHE, Cam. (apro).- Requeridos por la Secretaría del Trabajo para negociar el pago de las liquidaciones de más de un centenar de trabajadores despedidos injustificadamente, los representantes de la Comercializadora Petrolera del Golfo, propiedad de los familiares de Mario Ávila Lizarraga, exsubdirector de Mantenimiento y Logística de la Coordinación de Servicios Marinos de Pemex Exploración y Producción (PEP), se esfumaron.
El pasado 1 de abril, empleados de la compañía contratista constituida hace nueve años cuando Ávila Lizarraga ocupaba el estratégico cargo en Pemex—desde el que fue involucrado en el caso Oceanografía– acudieron a la delegación de la Secretaría del Trabajo a denunciar el despido súbito e injustificado de 105 de ellos, así como los abusos bajo los que se les hacía laborar.
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