CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Los temas de la iniquidad, el abuso del poder, la tortura, la violencia, el despotismo, la burocracia y otros vicios en la impartición de la justicia en México, son tan vigentes hoy en día como cuando los plasmó el pintor jalisciense José Clemente Orozco (1883-1949) en los muros del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Aquellos icónicos murales titulados Las riquezas nacionales, La justicia –dividido en dos paneles– y La lucha de los trabajadores, realizados entre 1940 y 1941, representan “la crítica más dura que se haya hecho en imagen al Poder Judicial”. Así lo señaló a esta reportera Raquel Tibol, quien fue crítica de arte de este semanario, en julio de 2005 (Proceso, 1500).
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