Jonathan Ávila / JALISCO (proceso).- Alina tiene 17 años y su vida no es como la del resto de la gente, no porque tenga síndrome de Down sino por su condición de víctima de violación. Actualmente la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) atiende su segundo embarazo sin darle la posibilidad de interrumpirlo legalmente, pese a que este y el anterior vástago, de dos años, fueron producto de agresiones sexuales del padre de Alina.
Las autoridades estatales de salud contravienen así la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046 sobre criterios para la atención médica de la violencia familiar, ya que el caso de Alina cumple con las causales contempladas en el artículo 229, referente al acceso legal del aborto.
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