ANÁLISIS / Luis Miguel Cano / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Reducir la pobreza y mejorar los servicios básicos son dos fines loables para dirigir el desarrollo y el crecimiento económico sostenibles. Si además se piensa en un lugar como la región del Río Sonora, devastado por el peor derrame tóxico de la historia de la minería, añadir a aquellos objetivos los de la reactivación económica y la expansión de oportunidades para vidas saludables y productivas, nos llevan a pensar que la creación de Zonas Económicas Especiales es positivo.
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