MONTERREY, NL, 5 de septiembre (apro).- Hasta el último momento de su gobierno, el priista Rodrigo Medina de la Cruz enfrentó reproches por escándalos de corrupción que eludió encarar y finalmente se fue con la amenaza de ser sometido a juicio por sospechas de enriquecimiento ilícito.
El sábado 3 por la noche, al rendir protesta como gobernador, Jaime Rodríguez Calderón acusó al priista de haber dejado el estado en ruinas.
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