CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El espíritu de resistencia está tatuado en el corazón del rock y en Roger Waters borbotea en sus venas a través de alucinantes ensueños poéticos en cada uno de sus shows.
Una rotunda dosis de carácter contestatario y un espectáculo simplemente sublime para desorbitar los sentidos inyectó anoche a 14 mil 500 fans el cofundador de la banda Pink Floyd en el Palacio de los Deportes.
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