CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A las 4:56 de la mañana del 13 de agosto 2019, la voz del juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna irrumpió en la primera sala del Juzgado de Distrito en Procesos Penales Federales de la Ciudad de México. Tras media hora de receso, Rosario Robles Berlanga fijó la mirada en la costura de los labios del juez. El alud de palabras que salieron de ella abrió las horas críticas para la ex secretaria de Desarrollo Social y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Un bufet de seis abogados encabezados por Julio Hernández y Óscar Ramírez se batieron sin éxito en un pesado expediente compuesto de 32 legajos que buscaron rebatir las imputaciones de la Fiscalía General de la República (FGR). “Pedimos que cada una de las acusaciones presentadas por los señores presentes, si así lo determina su señoría, deben de ser desestimadas”, señaló Ramírez.
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