CIUDAD DE MÉXICO (EUROPA PRESS).- El Gobierno ruso anunció este viernes que los restos humanos hallados en 2007, cerca de la ciudad rusa de Ekaterimburgo, pertenecen a dos de los hijos del último zar ruso, Nicolás II: la princesa María y el príncipe heredero Alexei, los últimos grandes emblemas de la dinastía de los Romanov.
“De acuerdo con los resultados de los exámenes genéticos moleculares, los restos de dos personas, descubiertos en el verano de 2007, cerca del lugar donde yacen otros nueve muertos, pertenecen a la hija y al hijo de Nicolás y Alexandra Romanov”, informó la experta del Comité de Investigación de Rusia, Marina Molodtsova, en una entrevista con el periódico ‘Izvestia’, recogida por la agencia de noticias rusa Sputnik.
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