Sacerdotes estaban “ingiriendo licor” con sus victimarios, asegura Fiscalía de Veracruz

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Alejo Nabor Jiménez Suárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, un sacerdote y un presbítero de la iglesia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Poza Rica, al norte de Veracruz, quienes fueron “levantados”, asesinados con varios impactos de bala y posteriormente arrojados en un paraje carretero conocido como la “Curva del diablo”, habían convivido e ingerido licor durante varias horas con sus victimarios en las oficinas de la parroquia, aseguró el fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras.

Con esa línea de investigación, el fiscal de Veracruz descartó que los dos religiosos hayan sido privados de la vida por “extorsión” o por la delincuencia organizada.



Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí