CIUDAD DE MEXICO (apro).- La crueldad ciega del sismo del martes 19 también flageló comunidades alejadas del estado de Puebla, en que sus habitantes vieron desplomarse bardas, casas y templos, y donde lo único que las hace diferentes es que ahí ha fluido poca o ninguna ayuda a los damnificados.
Es el caso de la comunidad de San Francisco Huilango, municipio poblano de Tochimilco, donde la mayoría de las viviendas se encuentran cuarteadas, en tanto una veintena están derruidas y un número incuantificable a punto de caer, por lo que sus habitantes duermen y llevan a cabo sus tareas domésticas a la intemperie, con la incertidumbre de no saber cuándo llegará la ayuda del gobierno para reconstruir sus humildes propiedades.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí