CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hubo una época en que Televisa vendió a más de 40 países la telenovela Los ricos también lloran, protagonizada por Rogelio Guerra y Verónica Castro. O que el país se paralizó en 1986 con el final de la telenovela Cuna de lobos, escrita y dirigida por Carlos Olmos, y protagonizada por María Rubio, la famosa villana del parche en el ojo llamada Catalina Creel.
En dos días, Rogelio Guerra y María Rubio fallecieron. Con sus muertes, ambos actores recordaron el final de una era de las telenovelas mexicanas de Televisa, pero también la injusticia de la empresa para con los protagonistas de sus historias más exitosas.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí