CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Genaro, el vendedor de frutas y jugos que fue asesinado en Tlalnepantla por negarse a pagar extorsiones, fue sepultado entre el clamor de justicia de familiares y amigos.
“¡No se vale, nos paramos todos los días a la 1 de la madrugada para empezar a trabajar e ir a la Central de Abastos, para que los extorsionadores se llevaran lo poco que ganamos!”, dijo la hija del hombre asesinado.
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