CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Al tratar de defender al contralor general de su administración, Juan José Serrano, ante las críticas por acudir el juego del Súper Bowl 57 en Arizona, Estados Unidos, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, tropezó en sus declaraciones y, al final, lo dejó solo.
Ayer, la oposición y usuarios de redes sociales criticaron al secretario de la Contraloría capitalina por asistir al evento deportivo como integrante de un gobierno que defiende la austeridad republicana. En su cuenta de Twitter, el abogado argumentó que los boletos de él y de su prometida se los regaló un primo por su cumpleaños 50 y que él pagó todos los gastos del viaje.
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