SAN JUAN DEL RÍO, Qro. (apro).- “¡Sí se puede, sí se puede, sí se puede!”, rugió el gentío congregado en el palenque de aquí para animar a su gallo, Ricardo Anaya, que desde el redondel parecía crecer su menuda humanidad con su corte de pelo rojo casi a rape.
“¡Presidente, presidente, presidente!”, le gritaron desde que, en punto de las 17:40, ingresó al palenque de este municipio, lleno hasta el tope de sus 6 mil butacas, bajo una carpa que por fuera parece un circo.
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