CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La cuarta ola de la pandemia del covid-19 casi triplicó los contagios no sólo entre la población en general, sino también –proporcionalmente– entre la población infantil del país, a la cual todavía no se le incluye en la agenda de vacunación del gobierno mexicano, por considerarla más resistente al virus del SARS-CoV-2.
Este preocupante incremento hizo encender los focos rojos en algunos hospitales pediátricos, como el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Y provocó además la suspensión de clases presenciales en algunas entidades federativas, por temor a que las aulas se conviertan en peligrosos focos de contagio para los niños.
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