BRUSELAS (proceso).- Casi 2 mil excolaboradores del nazismo –o sus deudos–, radicados en distintos países, reciben actualmente una pensión del Estado alemán por la “lealtad y obediencia” que ofrecieron al régimen de Adolfo Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Conocidas como “las pensiones de la vergüenza”, estas compensaciones de guerra para excolaboradores extranjeros han provocado tensiones diplomáticas con Alemania, que se rehúsa a revelar las identidades de los beneficiarios y los montos que paga desde hace casi 70 años. Berlín alega que se lo prohíben sus leyes de privacidad.
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