MÉXICO, D.F., 10 de abril (apro).- A pesar de que mejoró la infraestructura en los centros de detención de inmigrantes, persistieron en éstos las violaciones a sus derechos humanos, afirmó hoy la asociación Sin Fronteras en la presentación de su informe “Ser migrante no me hace delincuente”.
La Ley de Migración, que se ratificó en 2011, ya no considera que los inmigrantes cometieron un delito al ingresar ilegalmente en México. No obstante, aumentó el plazo durante lo cual ellos pueden estar detenidos. La reforma constitucional en materia de derechos humanos, publicada el 11 de junio de 2011, validó, por su parte, el principio de detención de los migrantes: el artículo 33 reformado de la carta magna establece que “el Ejecutivo de la Unión, previa audiencia, podrá expulsar del territorio nacional a personas extranjeras con fundamento de la ley, la cual regulará el procedimiento administrativo, así como lugar y tiempo que dure la detención”.
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