CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Hace una semana y media reclutamos cloro para desinfectar las celdas y no les han entregado nada, porque ese cloro se los venden en la tienda, mi hijo lo comparte en la celda con 25 personas, donde les aventaron a tres (presos) que estaban hirviendo en calentura, no les dan medicamento ni hay doctor adentro”, es lo que vive el hijo de Lorena al interior de una cárcel en México.
En el testimonio que recogió la Asistencia Legal por los Derechos Humanos (AsiLegal), Lorena cuenta que su hijo lleva dos años en prisión, y durante todo ese tiempo, ningún juez ha dictado sentencia condenatoria.
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