CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 30 de septiembre un convoy militar fue atacado de manera brutal en el acceso a Culiacán, cuando trasladaba a un presunto narcotraficante herido. Cinco soldados fueron asesinados y 10 resultaron heridos, incluido un joven militar que había socorrido al delincuente, en una de las emboscadas más divulgadas en medios y redes sociales contra elementos del Ejército mexicano.
El episodio podía haber sido uno más de los que se han repetido en los últimos días en Sinaloa y especialmente en Culiacán, una de las ciudades con más alto índice de homicidios dolosos en el país: 47 por cada 100 mil habitantes, tres veces mayor a la tasa nacional.
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