MONTERREY, N. L., (apro).- En todas las familias hay secretos. Algunos son inconfesables, como los que guarda esta familia, que ha quedado destruida por el padre violento que, en retribución a los años de amargura que le dio a su esposa e hijas, ha sido brutalmente asesinado en el interior de la casa.
La sentencia al homicida es implacable, aunque algunas dudas quedan sobre este acto de venganza, que parece un ajuste de cuentas en la intimidad de quienes ahí alguna vez convivieron.
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