MÉXICO, D.F., 16 de agosto (apro).- Al parecer, ni los 50 años de intermitente y cruenta guerra civil ni la final secesión de Sudán del Sur en 2011 han logrado acabar con los enfrentamientos étnicos, políticos y religiosos a los dos lados de la frontera intersudanesa.
Apenas iniciado este mes, la prensa dio cuenta de choques en el sur de la provincia de Darfur en los que perdieron la vida más de 100 personas. Estos se habrían desencadenado por el asesinato de un soldado sudanés de la tribu Al Mesiria, en una emboscada presuntamente tendida por miembros del clan Al Roziqat. Los primeros exigen a los segundos la entrega de los culpables y una indemización, pero no han logrado llegar a un acuerdo.
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