CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Si yo fuera mujer, tendría muy en mente no pagar impuestos. Todos los días, a cada momento, expuesta a que me maten, me violen, me agredan. Y ni siquiera estar exenta de que esos ataques procedan de las autoridades responsables de velar por mi seguridad. No pagar impuestos para mí sería una excelente muestra de protesta social o de participar en un ejercicio de desobediencia civil organizada.
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