DOSSIER EURO / MADRID (apro).— El momento actual es uno de esos en los que aplica la frase que se atribuye a Porfirio Díaz, que sintetiza los momentos más traumáticos que marcan la historia de la relación entre México y Estados Unidos, habitualmente complejos para los mexicanos.
Inevitablemente, los dos países seguirán siendo vecinos, pero el gobierno de México ya no podrá recurrir a la retórica política acomodaticia de llamarnos “socios estratégicos” o “países amigos”, porque está claro que no lo son, y que es hora de guardar en el cajón el lenguaje político habitual, además del cambio de políticas, estrategias y planes.
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