TIJUANA, BC (apro).- El aún gobernador Jaime Bonilla Valdez aclaró, engallado, que no tenía por qué dar aviso a su sucesora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, sobre su iniciativa para “municipalizar el agua”, y acusó, sin dar nombres, que existe una campaña para presionar a regidores y municipios de que no acepten el traspaso del organismo operador del agua.
Luego mandó un mensaje a la próxima gobernadora: “Ojalá y entienda eso: que nada más hay un jefe y no es el gobernador, es la gente del pueblo”.
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