CIUDAD DE MÉXICO, (apro).- Una semana después del sismo, Judith y su esposo viven en una habitación de casa de uno de sus hijos, en la incertidumbre total. Su casa en Saratoga 720 de la colonia Portales no se derrumbó, pero no puede vivir más allí: el edificio de departamentos de al lado la dañó, aparentemente de manera irremediable, al “recargarse” sobre su vivienda. Y ninguna autoridad le da razón de qué pasará.
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