MONTERREY, N. L. (apro).-Tras dejar al pueblo de Nuevo León para perseguir ilusoriamente la Presidencia de México, Samuel García emprendió un viaje de 12 días, circular y desgastante, tras el cuál regresó a la gubernatura, el punto de partida, con una derrota que exhibió una ambición personal disfrazada de mesianismo político.
Todos perdieron en esta alocada aventura partidista rumbo a las elecciones del 2024: el joven regiomontano, que se quedó sin candidatura; Movimiento Ciudadano, que perdió a su mejor gallo; PRI y PAN, que no pudieron colocar a su gobernador interino; y el pueblo de Nuevo León que vio como los partidos ningunearon la institución del Poder Ejecutivo estatal que, en poco más de un mes, llegó a tener a cuatro personas que se ostentaron como gobernadores.
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