CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera el pasado 8 de enero en Los Mochis, Sinaloa, fue “casualidad” y, además, provocó una disputa entre marinos y policías federales.
Casi nueve meses después de lo ocurrido aquel viernes, cinco funcionarios mexicanos del área de inteligencia del gobierno federal hablan con Proceso bajo la condición de que se resguarde su identidad ante posibles represalias tanto del Cártel de Sinaloa –que fue liderado por El Chapo– como de las autoridades. Su relato difiere de lo oficialmente difundido por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
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