CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) con la que el gobierno federal justificó los primeros tres tramos del Tren Maya “minimiza los daños” que el megaproyecto provocará en la Península de Yucatán y realza sus bondades con un “carácter propagandístico”.
La MIA no incluye, por ejemplo, un estudio de los impactos que tendrá “el aumento o movimiento de la población que se espera sea atraída por las nuevas actividades económicas”, según un análisis de fondo firmado por decenas de académicos e investigadores de varios países.
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