CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Apostarle al rocanrol para alcanzar el idilio de la inmortalidad es lo que ha fabulado Luis Antonio Martínez Álvarez, director del grupo El Haragán y Compañía durante tres décadas, con 11 producciones discográficas grabadas en estudio, tres álbumes en vivo y recopilaciones que suman más de 7 millones de copias vendidas.
“Lo importante es que tu música trascienda en el público, en la banda. Me aventuré a hacer canciones que duraran y ahora sobreviven después de tres décadas. Esa es la máxima, que tu obra trascienda y que mi familia en 100 años conserve el legado de El Haragán, porque uno le apuesta a ser inmortal”, expresa sin empacho el creador de las rolas Mi muñequita sintética, No estoy muerto, Se le hizo fácil y Él no lo mató.
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