MADRID (apro).— En una decisión inédita, el Tribunal Supremo de España revisará este viernes la decisión que tomó ayer, en la que determinó que sean los bancos, y no los clientes, quienes paguen el impuesto por la firma de hipotecas.
El fallo del jueves supondría que los bancos tendrían que pagar a sus clientes alrededor de 4 mil millones de euros.
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