PACHUCA, Hgo. (apro).- A una semana del colapso en Tula por el desbordamiento de los ríos, cuyo saldo fue 17 muertos, 75 mil damnificados y daños estimados por seis mil 500 millones de pesos en nueve municipios de Hidalgo, las aguas bajaron, pero los apoyos no han llegado. La sociedad sostiene los primeros esbozos de reconstrucción.
Sin digerir aún la tragedia por las muertes y las pérdidas de su patrimonio, la gente teme una contingencia sanitaria, por las fiebres, conjuntivitis, dolores estomacales y diarreas agudas presentadas después de la inundación; con posibles casos de cólera y propagación del covid-19, alertó la Secretaría de Salud estatal.
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