ROMA (proceso).- Unos 100 mil soldados rusos desplegados en la frontera con Ucrania y 8 mil 500 militares estadunidenses puestos en alerta por Washington en el este de Europa, han sido en los días recientes el signo del desenterramiento del hacha de guerra.
Washington alimentó la idea de una agresión inminente de Moscú contra Ucrania y evacuó de Kiev a su personal no esencial. El Reino Unido, Canadá y Australia siguieron los pasos estadunidenses, mientras que la Unión Europea (UE) y varios países miembros de ésta optaron por otro camino: mantuvieron abierta la vía del diálogo con Rusia y rebajaron el peligro de un potencial ataque. China primero se mantuvo al margen, aunque luego pidió “calma y contención” y que se respeten las preocupaciones de Moscú.
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