CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- A Gabriel García Hernández lo enviaron a 999 kilómetros de Palacio Nacional. Perfilado para ser uno de los hombres más poderosos del sexenio, el pasado 27 de octubre fue enviado al exilio.
De ser el coordinador general de Programas de Desarrollo de la Oficina de la Presidencia durante dos años y medio, y luego senador durante cuatro meses, fue desterrado a la frontera entre Durango y Coahuila, y nombrado en un puesto menor y de reciente creación: encargado del proyecto Agua Saludable para La Laguna.
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