Autor / Raphaël Morán/Underground Periodismo Internacional
PARÍS (Proceso).- El todavía niño recibe una primera bofetada en la mejilla derecha. Después le siguen una segunda, una tercera, quizá más hasta que los policías lo conducen a una patrulla. Ya en el vehículo un agente se sienta a su lado y lo insulta: “Hijo de puta”, al tiempo que lo tunde a puñetazos. Son tantos, que el testigo de la escena pierde la cuenta.
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