Un “manager” entre el influyentismo y la gloria

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 7 de marzo de 2013, Édgar González se echó hacia atrás para tratar de atrapar la pelota que Anthony Rizzo bateó hacia el jardín izquierdo. La bola golpeó el guante del mexicano y cayó al terreno de juego. En lugar de convertirse en el segundo out de la novena entrada de aquel partido ante Italia que México ganaba 5-4 en el Clásico Mundial de Beisbol (WBC), el error provocó una derrota 5-6. La prensa linchó a Édgar González, hermano de Adrián González. Lo acusó de no tener más méritos que ser familiar de un jugador estrella de las Grandes Ligas.

Édgar González es ahora el manager de la Selección nacional que disputará la cuarta edición del WBC. Sus pininos como piloto de una novena los hizo en 2015 con el club Águilas de Mexicali, en la Liga Mexicana del Pacífico. Fue distinguido como manager del año. Semanas después, la Federación Mexicana de Beisbol (Femebe) lo eligió para guiar al representativo azteca en el Preclásico Mundial que se disputó hace un año.



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