CIUDAD DE MÉXICO (Revista Proceso).- Entre la pugna que mantienen Guillermo Billy Álvarez Cuevas, su hermano Alfredo y el cuñado de ambos Víctor Manuel Garcés, está la disidencia que encabezan Víctor Manuel Velázquez Rangel y José Antonio Marín, quienes pretenden asumir el control de la cementera y del equipo de futbol. Para el club, su carta es el goleador y polémico Carlos Hermosillo.
En entrevista el jueves 7, Rangel y Marín cuestionan la administración de tres décadas de Billy Álvarez al frente de la Cooperativa La Cruz Azul y del equipo de futbol, y explican que en su proyecto para ambas empresas no hay lugar para la familia Álvarez Cuevas y Víctor Garcés.
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