MÉXICO, D.F., 10 de diciembre (proceso).- Nadie piensa solo. En cuanto pensamos, estamos en el mundo de las palabras y las ideas y las imágenes de los otros. En la biblioteca de los relatos acopiados por generaciones. En la cultura.
Por eso quien ha leído más, quien ha recorrido más relatos ajenos, quien ha examinado más soluciones de vida posibles, piensa más largo y de forma más novedosa: es capaz de relatos más extensos y refinados, y es capaz de mayor inventiva para cambiar su propio relato oportunamente.
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