CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Aunque todavía es precampaña y faltan cinco meses para la votación, en los que todo puede cambiar, las adhesiones sin cortapisas de personajes variopintos a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador tiene algunas semejanzas con el efecto que hubo en el año 2000 con Vicente Fox, quien recibió el apoyo de mucha gente de todos los perfiles políticos para vencer al PRI por primera vez en la historia política del país.
Hoy, como hace 18 años, una bola de nieve parece crecer de manera inevitable arrasando con todo a su paso y, como entonces, el desprestigio del PRI y el hartazgo social contra el gobierno de ese partido está generando el efecto político que se conoce como el voto del cambio.
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