Jorge Carrasco Araizaga
MEXICO, DF, 10 de agosto (proceso).- Cuando Rafael Caro Quintero escuchó su sentencia a 40 años de prisión, era imposible prever que su alegada víctima, el agente de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) Enrique Camarena Salazar, terminaría siendo una atenuante para salir de forma anticipada de prisión.
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