CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Hace dos días compartí mi opinión respecto del enfrentamiento que escaló entre integrantes del Poder Judicial de la Federación y los otros dos poderes federales. Propuse como alternativa de solución que las personas que empleamos el aparato de justicia federal nos movilicemos para presentar demandas de amparo en las que recordemos que son nuestros derechos humanos la razón definitiva y más importante que debe de regir las relaciones entre las autoridades de nuestro país.
Escribo ahora para dar a conocer que, en mi caso, he presentado ya esa demanda de amparo –la cual puede consultarse en este enlace–. Se trata de una propuesta que espera detonar mejores acciones, principalmente juicios de amparo en los que las personas demandantes sean aquellas cuyos derechos estén en juego y no las personas que litigamos en su representación. Pero, además, demandas en las que desde otra perspectiva se cuestione el proceder de titulares y personal judiciales, y no la norma que ligó el límite máximo de sus remuneraciones a la del presidente.
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