CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El pasado 20 de junio la fuerza aérea estadunidense estaba a punto de bombardear Irán, en represalia por el derribo de uno de sus drones. Diez minutos antes de la ofensiva, según su versión, el presidente Donald Trump canceló la operación porque la pérdida de vidas humanas sería exagerada. Pero mantuvo sus advertencias: si los iraníes seguían molestando, destruiría su país.
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