CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de que trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), contratados mediante el capítulo 3000, comenzaron a recibir “a cuentagotas” el pago de sus honorarios atrasados, dieron a conocer en un comunicado que además del retraso, su descontento es por ser considerado sólo como “prestadores de servicio” y no “trabajadores”, con lo cual quedan fuera del amparo de la Ley Federal de Trabajo.
En una carta enviada a Apro este día, expresaron que curadores, investigadores, administradores, historiadores, museógrafos, educadores, artistas, restauradores, pedagogos, comunicólogos, diseñadores, periodistas, actores y gestores culturales, entre otros profesionistas del campo de la cultura, están sometidos a ese tipo de condiciones, cuando entre sus responsabilidades hay algunas tan importantes como la salvaguarda del patrimonio artístico de la nación.
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