VIDA Y MUERTE DE UN EJECUTIVO DE SLIM

BOGOTÁ, 10 de octubre (proceso).- A Adrián Hernández Urueta la felicidad siempre le fue esquiva, desde su niñez, en Delicias, Chihuahua –donde fue albañil como su padre–, hasta su muerte en una habitación desolada en la capital de Colombia.

En este país logró hacer una fortuna de 7 millones de dólares como ejecutivo descollante del empresario mexicano Carlos Slim, e hizo algo más insólito aún: dilapidarla en sólo cuatro años. Quienes lo conocieron todavía no se explican cómo se esfumó ese dinero ni en qué momento el mundo de Adrián fue ocupado por el desastre.



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