CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luis Videgaray Caso se conducía como presidenciable. Era el más cercano colaborador de Peña Nieto y hombre de su total confianza. El consejero imprescindible.
Y con esas prendas actuaba. Se daba el lujo de no tomar la llamada a empresarios, a sus pares en el gabinete, a exsecretarios de Hacienda.
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