CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Round 1. Noquear al sobrepeso… La niña que entró al gimnasio de Alejandro Villalón era una gordita de 10 años y de cara muy linda. Iba acompañada de Eduardo, su hermano mayor. Era 2008. El municipio había abierto una escuelita de verano de boxeo para niños. Sus papás le dieron a cada uno los 10 pesos semanales que cobraban y los mandaron a inscribirse.
Eduardo sí quería incursionar en el boxeo. Luego ya no le gustó que le pegaran. A Yamileth le dijeron que fuera para ver si entrenando se sacudía algunos de los 60 kilos que pesaba por culpa de sus papás que la hicieron comer a fuerza porque antes estaba muy flaca. Parecía un alfiler de esos con bolitas de colores, una cabezota y cuerpo de palito.
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