Beatriz Pereyra
MÉXICO, D.F., 10 de enero (proceso).- No recuerdo la fecha exacta en la que conocí a don Julio, pero fue en 2001. Ese año tuve el privilegio de ser contratada en Proceso, la revista que comencé a leer en 1988 cuando la UNAM estaba en paro por las reformas de Carpizo, Carlos Salinas se robó la presidencia de México y yo me convertí en alumna de primer ingreso del CCH Sur.
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