CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La planta potabilizadora de agua del pueblo de Bacanuchi, en Sonora, que fue instalada después del derrame de 40 millones de litros de una solución de cobre acidulada en los ríos Sonora y Bacanuchi por una mina de Grupo México el 6 de agosto de 2014, lleva tres semanas sin funcionar por falta de energía eléctrica y porque “los actores se acusan mutuamente de malas prácticas”.
La organización PODER retomó la denuncia de los pobladores sonorenses, según los cuales el pasado 21 de noviembre un par de hombres robaron el generador eléctrico de diesel que alimentaba en energía la planta potabilizadora, la cual “solamente daba agua durante tres horas”.
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