NAVOLATO, Sin. (apro).- Bajo un árbol frondoso, a orillas de un campo agrícola de maíz y sorgo en el ejido Potrero de Sataya, Navolato, Sinaloa, células delincuenciales del noroeste del país encontraron el sitio idóneo para sepultar a sus víctimas.
Un cráneo con un orificio de bala en la parte izquierda de la nuca, restos óseos y vestigios de vestimenta (calcetines y un tenis) fue el primer hallazgo de este lunes por parte de la Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos y del colectivo local Voces Unidas por la Vida en Sinaloa.
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