MADRID (proceso).- La experiencia diplomática de Fidel Herrera Beltrán terminó tal y como empezó: en medio del escándalo. El pasado 22 de enero, de manera inopinada, renunció como cónsul de México en Barcelona tras una denuncia en su contra por fraude cometido durante su gestión como gobernador de Veracruz (2004-2010) consistente en la administración de supuestos medicamentos falsos a menores que debían recibir quimioterapia.
El escándalo salpica a su delfín Javier Duarte, acusado también de ese y otros ilícitos, quien se encuentra prófugo desde que dejó el gobierno estatal el pasado 1 de noviembre. Nadie sabe de él desde entonces.
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